2 de diciembre de 2010

OBMIL

Cuando ya me hallaba en el Limbo, a un nivel de ascender con las esponjas flotantes, me cortaste las alas, borraste las estrellas que me guiaban e hiciste que descendiera de nuevo al bendito Infierno. Me pregunto por qué, ¿entregué lo innecesario o fue más bien que desvelé  demasiado? No sé sinceramente, creo no tener la culpa, hice lo que sentía, cuando lo sentía y porque lo sentía.

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