12 de febrero de 2011

Demasiados, demasiados..

Infinitas veces no comprendo lo que pasa, por qué aún existen personas así, ¿es que no se encuentran suficientemente satisfechos echando a perder su vida como para arruinar la de los demás? De veras, no lo entiendo…

Ignorar, esa sería la clave, pero supongo, que soy demasiado tozuda para ello. Nunca ha sido propio de mi dejar las cosas pasar, si me duele, si me molesta, si no es de mi agrado, si lo necesito, si es mentira, si es verdad….lo digo. Eso es lo que buscan, que lo digas, que no te calles, que sigas estando mal, porque nunca se sacian, quieren verte sufrir tanto o más que ellos. Una y otra vez, una y otra vez… Se repite constantemente.

Salto como un automático, me rabio como un perro, reviento como un explosivo, me proyecto sobre mi objetivo como una bala, y disparo. Me desahogo, me relajo, me descontrolo… La fuerza se va desvaneciendo y tú con ella…